lunes, septiembre 05, 2011

Reforma constitucional sin referéndum y la polarización de 2008

No sé si los lectores del blog se acordarán de los resultados electorales de 2008. Fue una campaña muy dura, hubo un par de debates Rajoy - Zapatero, y cada candidato usó el argumento de "que gana el otro" para movilizar a su electorado. Los dos partidos principales, PP y PSOE, lograron arrastrar hacia ellos a los votantes. Votar a otros partidos era tirar el voto a la basura, decían. De hecho es la primera vez que en las Cortes dos partidos se llevan más del 90% de los diputados.

¿Y qué tiene que ver esto con la reforma de la Constitución? Pues que si un 10% de los diputados o senadores piden referéndum, lo hay. En el 2008 es la primera vez que no existe un 10% de diputados de partidos que no sean el PP o el PSOE. En 2004 había 37 diputados de otros partidos. Si 35 lo piden hay referéndum. Hubiera sido complicado lograrlo, ya que CC tenía tres diputados y han votado en blaco, pero quizá con los diputados díscolos del PSOE hubiera sido suficiente.

En definitiva, que la polarización de 2008 nos ha llevado a esto, una reforma constitucional que no se somete a referéndum porque el PP y el PSOE cuentan con mayoría suficiente para evitarlo. Seguramente, es mi opinión, en un referéndum sobre el tema el sí a la reforma habría arrasado. Pero no habría estado de más someterlo a votación.

3 comentarios:

manuelvh dijo...

Pues solo nos queda aplicarnos el cuento, no tropezar con con la misma piedra y ser consecuentes con el voto

Lo malo es que solo unos pocos, y de un lado, lo haremos

KorXo dijo...

¿En serio crees una victoria rotunda del sí? Yo lo veo más como que el personal mayoritariamente se cegaría y votaría ¿Como le parece que va la cosa? Vamos, que puestos a pagarla con alguien, pues voto que no vaya.

Otra cosa es que la hicieran coincidir con el 20N.

vacasueca dijo...

Pues esto es como el referéndum de la Constitución Europea, parecía que había mucha oposición y al final salió con un 78% al sí, si mal no recuerdo. El tema es que ahora mismo la oposición a la reforma hace más ruido, pero al final en las elecciones PP y PSOE se llevan el 80% de los votos y su opinión es muy valorada por la población.